Con este pequeño proyecto he querido
reflexionar sobre la memoria humana, la cual nos permite retener y recordar,
mediante asociaciones inconscientes, sensaciones, impresiones, ideas y
conceptos previamente experimentados, además
de toda la información
que se ha aprendido de forma consciente. El cerebro humano tiene diversos tipos
de memoria. Una es la memoria a corto plazo, que permite retener solamente
durante unos segundos cierta información,
como por ejemplo, un número
telefónico, y la
otra es la denominada memoria a largo plazo que sirve para conservar la
información durante
minutos, horas, semanas o incluso años.
Gracias a la memoria tenemos una identidad concreta, que para cada persona es
diferente en función
de las vivencias que haya experimentado.
No obstante, existe la llamada
amnesia infantil, por la cual los sucesos que vivimos antes de los 6 o 7 años no podemos recordarlos con
claridad. En la niñez
temprana, los niños
no tratan de memorizar a propósito,
pero recuerdan sucesos que les causaron una impresión particular. La mayor parte de los
recuerdos son de corta duración
y no suelen recordarse en etapas posteriores de la vida, pero pueden existir
aunque una persona no sea consciente de ellos. Sigmund Freud desarrolló
una teoría de la
amnesia infantil basándose
en la observación
de pacientes adultos, de los cuales apenas podía obtener recuerdos de sus primeros años de vida (los anteriores a sus 6-8
años), y que ha
sido continuamente confirmada por las investigaciones realizadas desde
entonces, en distintas culturas y con diferentes técnicas. Así, según Josselyn y Frankland, la amnesia infantil
posee dos fases. La primera transcurre hasta los 2-3 años de vida, de la cual apenas podemos
recordar nada, y una segunda, entre los 3-7 años, de la que sí podemos guardar recuerdos, pero en
la que nuestra memoria se presenta “llena de agujeros”. Así, de nuestra infancia nos pueden
llegar pequeños detalles
como puede ser un aroma, un sabor, un momento irrelevante y borroso….
Mi intención es recuperar una muy pequeña parte de mi infancia y volver a ese
momento junto con los espectadores que quieran entrar y “recordar conmigo” por
medio de una imagen, un sabor y un aroma que se repitió varias veces a lo largo de toda mi infancia:
el arroz con leche que preparaba mi abuela cuando yo era pequeña. Se trata de
ver un pequeño vídeo de cómo mi abuela prepara el “arroz dulce” (así se llama en esa zona) mientras el
espectador prueba ese mismo arroz y disfruta del conjunto de sensaciones que
experimentaba yo al comerlo, como si se introdujeran en mi infancia, a la vez
que yo también recuerdo ese
tiempo olvidado que es la preparación
del arroz y cada movimiento que realizaba mi abuela para hacer la receta, pues
esa parte en la que yo la observaba preparando el arroz en la cocina se había borrado de mi mente, y lo único que quedaba era el sabor y el
aroma del manjar una vez preparado. Con este vídeo se recrea la experiencia
completa, algo muy personal y propio de mi infancia que a los que participen puede no decirles nada, pero que sin embargo
para mi tiene una gran carga emocional que espero transmitir con la ayuda del vídeo, el arroz materializado y la
pieza musical de violín
y piano que acompaña
el conjunto.
El hecho de haber escogido la memoria
para reflexionar sobre la idea de cuerpo es debido al ensayo de José Miguel
G. Cortés; El
Cuerpo Mutilado, además
de todo lo explicado en clase, pues a partir del siglo XX se pasa de
representar la figura humana tal y como la vemos a simple vista para ir más allá, buscando su dimensión más inconsciente y analítica. Esto me atrajo desde el primer
momento y en especial las distintas formas que tiene el cerebro de captar y
clasificar cada tipo de información,
todas las clasificaciones que podemos aplicar a la memoria (semántica, episódica, procedural, a corto y largo
plazo…) y el desarrollo que se va produciendo en el hipocampo desde que nacemos
hasta que envejecemos es un tema complejo y apasionante que me gustaría seguir trabajando e investigando.
Para desarrollar esta idea he trabajado con vídeo y
con el propio alimento que se está
produciendo en la documentación
audiovisual, esto es debido a que al igual que otros artistas como Ana Mendieta (en el caso de las fotografías vistas en clase) muestra su cuerpo
y las deformaciones que sufre tras ser aplastado por un vidrio, yo he querido
mostrar también una parte
muy íntima de mí, una experiencia sensorial propia de
mi infancia, y qué
mejor forma de mostrarlo que ofrecer el conjunto de elementos sensitivos que la
componen: el olor, sabor, la elaboración…
La artista Friedl Kubelka se muestra a sí misma y el conjunto de cambios físicos e incluso mentales a lo largo
de su vida mediante retratos fotográficos
que se realizaba a sí
misma, este mismo interés
en mostrar un hecho como es el conjunto de cambios que acontecen a una persona
a lo largo de su vida desde distintos aspectos es lo que busco mostrar con mi
proyecto, aunque desde el punto de vista neuronal, cómo nuestros recuerdos, nuestra memoria,
van envejeciendo con el paso del tiempo; este proyecto podría convertirse en el comienzo de una
documentación a lo largo
de los años que fuese mostrando
desde mi experiencia personal y desde mis propios recuerdos cómo la memoria va cambiando, desarrollándose y envejeciendo con los años.
Esta búsqueda de mostrar a los demás los recuerdos más personales de una persona se puede
apreciar también en los trabajos de Louise Bourgeois, que nos muestra el drama
infantil que sufría cuando su madre enfermó y su padre comenzó a mantener una
relación adúltera con otra mujer. En su caso las obras son más complejas y
muestran herméticamente ideas muy personales que van más allá de compartir una pequeña
e irrelevante experiencia infantil, "Mis obras
son una reconstrucción del pasado. En ellas el pasado se ha vuelto tangible;
pero al mismo tiempo están creadas con el fin de olvidar el pasado, para
derrotarlo, para revivirlo en la memoria y posibilitar su olvido". Toda su producción gira en torno a las emociones
provocadas por los recuerdos de su infancia, por ello se ubica en espacios
domésticos llenos de objetos que son al mismo tiempo realidad y metáfora de
aquello que no se puede decir con palabras.
Me ha resultado muy inspirador, y en
algunos aspectos relacionado con mi video que reflexiona sobre la memoria, el
trabajo que realiza Sven Augustijnen sobre personas que padecen afasia, aunque
en este caso en lugar de olvido, estamos hablando de una dificultad para
comunicarse. En el caso de continuar con este proyecto más adelante, me podría
plantear tomar un vídeo similar, por ejemplo, para investigar y trabajar
con el alzhéimer, sería una buena opción
filmar una de las sesiones terapéuticas de un paciente con dicha enfermedad, al
igual que el artista filma las sesiones de los pacientes con afasia.
En el video tomado he sustituido el
audio real por una pieza musical del gran compositor Brian Crain, titulada Time Forgotten, no sólo porque me
sugiriese un buen título para el trabajo, sino que sin decir ni una palabra
consigue transmitir toda una serie de sensaciones y pensamientos que me ayudan
a potenciar las emociones que quiero evocar con la grabación, y en todo el
proyecto en general: la idea del paso del tiempo, los recuerdos, la vuelta al
pasado, pero a la vez la melodía no nos transmite sólo ideas melancólicas, también
existe cierta emoción, alegría y toda una serie de sensaciones personales en la
mente de cada individuo que escucha sus piezas musicales, por tanto me pareció
una buena elección para acompañar el trabajo. El hecho de haber quitado la voz,
se debe por otro lado a que la idea que quiero transmitir no es sólo de ese
momento concreto en el que se estaba preparando el arroz con una conversación
determinada, sino que debe ser una evocación a todos esos momentos en los que
se ha realizado la acción en el pasado, no a un solo momento en particular, y
por eso todas las imágenes que se captan son pasos a seguir que se realizan
siempre a la hora de elaborar la receta (añadir la leche, probar el arroz, dar
vueltas de forma continuada…).
La idea de grabar sólo las manos en
lugar de captar una imagen de plano completo alude de nuevo a esta idea de
elaboración, de pasos casi mecanizados que se siguen para llegar al mismo fin
(pues el resto del cuerpo nada tienen que decir en la escena, a excepción de la
boca a la hora de probar el arroz), por otro lado ayuda a dar mayor dramatismo
el haber grabado con detalle las manos por las que han pasado los años, que
muestran cada arruga de la delicada piel madura; pues no expresarían lo mismo
unas manos de una persona más joven por las que no ha dejado su marca el tiempo,
que tanta relación guarda con la memoria (otro pequeño detalle del vídeo es que
aparece continuamente un reloj en la muñeca del personaje grabado, aludiendo de
nuevo, aunque de un modo casual, al tiempo).
El recipiente que se utiliza para verter el dulce es el mismo que
se ha empleado tantas veces con el mismo fin, al igual que las pequeñas tazas a
juego en las que los voluntarios a participar de la experiencia degustarán lo
que podemos considerar como una metáfora de mi recuerdo olvidado.